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La diabetes no es un diagnóstico único de los humanos, sino que también afecta los perros. A veces, no se sabe qué es lo que la puede desencadenar, pero lo que sí se conoce es que es un desorden en el metabolismo que genera una insuficiencia en la insulina. En ocasiones, se detecta en las revisiones rutinarias de nuestros canes, pero a veces hay que atender a determinados síntomas para buscar ayuda.

Pero antes, según una revisión, Diagnóstico y tratamiento de la diabetes mellitus en perros, se menciona cómo la diabetes mellitus es frecuente en perros y el diagnóstico temprano es fundamental para iniciar un tratamiento y llevar a cabo unos hábitos que eviten un desenlace fatal. Pues la diabetes puede resultar mortal y las razas Australian Terrier o Schnauzer Standar, por ejemplo, tienen más riesgos de sufrirla.

¿Qué causa la diabetes en perros?

La diabetes en perros puede ser causada por la obesidad y es por eso por lo que los veterinarios nos preocupamos tanto por el control de la alimentación. Un perro obeso no está sano y la diabetes puede diagnosticársele en cualquier momento con las consecuencias que todo ello conlleva. Cuando se detecta puede ser de dos tipos: tipo I (se produce por déficit de insulina) o tipo II (causada por resistencia a la insulina).

No obstante, no solo la obesidad es una posible causa. Puede haber factores hereditarios que desencadenen esta patología, a pesar de que los cuidados hayan sido excelentes. Cuando esto ocurre, seguir el tratamiento que el veterinario indique de manera correcta es indispensable para una buena calidad de vida del can.

Síntomas a los que hay que prestar atención

Conviene que ante la aparición de algunos de los síntomas que vamos a exponer se acuda con el perro directamente al veterinario para que le hagamos las pruebas oportunas. No importa que empiece a tener mucha sed de repente y que lo asociemos al verano. Cualquier cambio que pueda llamar la atención no está de más descartar que pueda ser un principio de diabetes cuanto antes.

Pero, este síntoma de beber mucha agua suele estar acompañado de otros como pérdida de peso, aumento de la micción, voracidad al comer, etc. Si el perro empieza a orinar en casa, algo que nunca ha hecho, también hay que acudir al veterinario. Puede que se trate de una infección de orina, pero puede ser que estemos ante un síntoma que esté adelantando que hay una diabetes a la que prestar atención.

Si no se atiende a esta sintomatología, llegará el momento en el que el perro tropezará con determinados elementos de casa, como si no viese muy bien. Esto se debe a que, como en los humanos, la diabetes puede provocar ceguera. En el caso de los canes, la aparición de las cataratas se puede acelerar mucho con esta enfermedad.

¿Existe tratamiento?

Sí, existe tratamiento para la diabetes en perros, pero será diferente dependiendo del tipo que se le diagnostique. Por ejemplo, la diabetes tipo I requerirá de la administración de insulina durante toda la vida del perro. Hay que ajustar la frecuencia de las dosis y la pauta para que el perro se mantenga en un excelente estado de salud. Asimismo, habrá que seguir una dieta muy estricta.

Con todo, resultará fundamental el ejercicio físico. Independientemente de que el perro se encuentre obeso o no, el ejercicio diario contribuye a la regulación de los niveles de azúcar en sangre. Por lo tanto, es muy importante atender a esto. Es verdad que un Galgo necesita una actividad física mayor que la de un Bulldog, no obstante, ambos tienen que moverse para mantenerse saludables.